Mediometraje de culto de origen francés, la verdad que es
una cosa muy extraña. Tiene la estética del cine de los 80’s, es “muda” con los
intertítulos, el pianito y toda la bola, es a color, y además es una bizarreada
surrealista importante. La historia es muy simple, trata de un freak horrendo
que vive solo en su departamento, comiendo cucarachas y garchando cadáveres,
por esas cosas locas de la vida es obligado por asistentes sociales a hacerse
cargo de su huérfana y angelical sobrina. La pendeja ésta no tiene más de 12
años, aunque tiene el intelecto de una persona mayor, descubre el pequeño y
sucio secreto del tío rompe ortos agusanados, pero ella lo entiende y lo ayuda
a sacarse a los policías de encima, mientras todo el barrio sospecha de ellos.
Pensé qué me sorprendería con ésta cinta, pero ya ha corrido
mucha agua bajo el puente, cómo se dice. Si bien tiene un lindo grado de
perversión en las escenas de necrofilia e incesto, no llega a romper cráneos,
porque está todo cuidado y medido. No hay demasiado por resaltar, la fotografía
se aprecia bastante, al igual que la dirección. Me irritó muchísimo los ruidos
que ponen cuando las personas están hablando, un chillido horripilante
absolutamente innecesario. No digo nada nuevo al decir que los franceses están
más quemados que la mierda. Enterita en Youtube
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