Glen es un niño que por casualidad encuentra une geoda muy
rara en el patio de su casa (en el mío solamente hay mierda de perro y de
gato), extrañas cosas comienzan a suceder a partir de aquel momento, el árbol
que unos obreros quitaron de allí, dejó un agujero que al parecer es una puerta
hacia el mundo de los muertos. Para peor, los padres del pendejo deben irse por
3 días, dejando cómo ama de casa a su hija mayor, Al un bombón de 15 años (no
piensen mal, che), Glen y su mejor amigo Terry, un nerd metalero re piola, se
ponen a investigar los extraños sucesos que ocurren en la casa. Por muchas
casualidades tontas, aquel portal demoníaco es abierto, los seres oscuros se
pasan al mundo de los humanos para intentar dominarlo de una puta vez. Glen,
Terry y Al deberán encontrar una inmediata solución para que los bichos
horripilantes no les coman él rosquete. Linda historia para contarle a los
papis cuando regresen a casita.
La película no es mala, no explota en ningún aspecto nomás, está
claramente orientada a un público infantil, podría citar como ejemplo a “The
monster squad” (1987) que está básicamente en la misma línea. Pero que me
importa, soy un huevón, no soy el único. Se nota que tiene una moneda encima porque
está bien hecha, el guión es un chicle, muchas cosas tontas con poca
coherencia, porque al fin y al cabo no terminan de explicar una mierda. Lo
mejor de esta aventura son los demonios, tan truchos y tan malos que son un
cago de risa. Ni que hablar del jefe “final”, que berretada por favor… Es una
especie de dinosaurio demoníaco bestial, enorme, que se mueve más lento qué una
babosa, será que agotaron todos los recursos de la época, con un 3D bastante
pobre, y lo que parece ser stopmotion explotado al máximo. El protagonista es
un jovensísimo Stephen Dorff, el villano super bala de Blade parte uno. A pelar
los snacks, carajo. The Gate Trailer
No hay comentarios:
Publicar un comentario