miércoles, 9 de enero de 2013

The Gate - 1987


Glen es un niño que por casualidad encuentra une geoda muy rara en el patio de su casa (en el mío solamente hay mierda de perro y de gato), extrañas cosas comienzan a suceder a partir de aquel momento, el árbol que unos obreros quitaron de allí, dejó un agujero que al parecer es una puerta hacia el mundo de los muertos. Para peor, los padres del pendejo deben irse por 3 días, dejando cómo ama de casa a su hija mayor, Al un bombón de 15 años (no piensen mal, che), Glen y su mejor amigo Terry, un nerd metalero re piola, se ponen a investigar los extraños sucesos que ocurren en la casa. Por muchas casualidades tontas, aquel portal demoníaco es abierto, los seres oscuros se pasan al mundo de los humanos para intentar dominarlo de una puta vez. Glen, Terry y Al deberán encontrar una inmediata solución para que los bichos horripilantes no les coman él rosquete. Linda historia para contarle a los papis cuando regresen a casita.

La película no es mala, no explota en ningún aspecto nomás, está claramente orientada a un público infantil, podría citar como ejemplo a “The monster squad” (1987) que está básicamente en la misma línea. Pero que me importa, soy un huevón, no soy el único. Se nota que tiene una moneda encima porque está bien hecha, el guión es un chicle, muchas cosas tontas con poca coherencia, porque al fin y al cabo no terminan de explicar una mierda. Lo mejor de esta aventura son los demonios, tan truchos y tan malos que son un cago de risa. Ni que hablar del jefe “final”, que berretada por favor… Es una especie de dinosaurio demoníaco bestial, enorme, que se mueve más lento qué una babosa, será que agotaron todos los recursos de la época, con un 3D bastante pobre, y lo que parece ser stopmotion explotado al máximo. El protagonista es un jovensísimo Stephen Dorff, el villano super bala de Blade parte uno. A pelar los snacks, carajo. The Gate Trailer

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