Sarah sobrevive a un accidente automovilístico, el bebé que
yace en su vientre también lo hace, no así su marido. Cuatro meses después,
Sarah, hundida en depresión persiste en rehacer su vida. Se encuentra a un solo
día de ser madre, quizá eso logre apaciguar el dolor y sufrimiento que hay en
su alma. En noche buena recibe la visita de un extraño personaje que cambiará
el curso de su vida.
No quiero ahondar más en la trama porque es un film para
descubrir. Está bueno, si… Se pasa un buen rato. Película francesa; pequeña,
con pocos actores, de bajo presupuesto, sin una gran puesta en escena, ni tan
poco una gran historia por contar, pero intensa, oscura y sacadísima. Muy bien
rodada, los efectos son geniales, se te cae el culo con el achuramiento y el
despliegue gore (en una que otra escena se pasan de rosca con el 3D, pero
bueh), el realismo de algunas escenas es notable, imposible no sentir un
escalofrío por la espalda, que cae cómo un rayo. Utilizan un filtro grisáceo en
exteriores, como suelen hacer las movies de terror de estos tiempos, se crean
climas melancólicos que funcionan. Las interpretaciones son flipantes, Alysson
Paradis y la yegua de Béatrice Dalle se tragan la película, en roles jodidos,
desde luego. Juega en un terreno quizá un poco delicado y susceptible, ya que
la protagonista y víctima es una solitaria mujer embarazada de 9 meses,
completamente vulnerable… Entonces, algunas escenas pueden parecer realmente
fuertes (no quiero adelantar nada, pero sabrán más o menos por dónde va). No
recuerdo a un personaje femenino tan sádico y sanguinario cómo el de Béatrice
Dalle, te hace manchar el calzón y te mutila de la forma más brutal posible,
personajes cómo el de Jennifer en “I spit on your grave” (1978) y el de Thana
en “MS 45” (1981), son auténticos bebés de pecho al lado de la franchutesa.
Para delirar un buen rato, con un film más que aceptable. Trailer
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