Luego de que un psicópata asesinara a toda su familia
(exceptuando a su pequeña hermana que zafó de pedo), es internado en un
psiquiátrico, pero el loquito no tarda en escapar de la forma más tonta e
imposible, obvio ¿no? En la actualidad, el lugar que fue testigo de aquellos
horribles crímenes es una hermandad de mujeres (todas zorras que se pasean en
cuero, sumamos otro cliché). La nueva residente es la bella de Beth, una joven
retraída que rápidamente comienza a sufrir pesadillas y visiones del pasado, en
referencia a la casa y a su siniestra historia. Bueno, pues el trabajo de
nuestro serial killer banana es completar lo que empezó tiempo atrás, la deuda
es aniquilar a su dulce hermanita. ¿De casualidad les suena una película
llamada HALLOWEEN? No sé, digo.
La piedra angular de los slashers es el serial killer, la
película puede ser una bosta, pero si el demente deslumbra y masacra
solemnemente, el celuloide se salva, ésta no es la excepción. Un lelo sin
gracia que le vemos la jeta desde el minuto cero, quitando todo misterio y
enigma hacia su persona, muchos films cometen aquella desdicha, aunque sea no
es tan pedorro como el de “Prom Night” dios, esa mierda es un jodido record. La
película juega un poco con la telequinesis, hipnosis y esas huevadas bizarras,
ya que como son hermanos están “conectados” de una extraña forma. Las
partecitas que se rescatan son esas, cuándo ella tiene visiones, pijas ensangrentadas,
perdón… Cuchillos ensangrentados que salen de los espejos, de las mesas, de las
camas, etc… Las muertes son tan malas como típicas, muchos personajes bobos y
con la bolsa escrotal rebalsando de chele hervida (¿cuántos clichés van? perdí
la cuenta). Un slasher pedorro mal actuado (que raro, ¿no es cierto?) pero que
puede llegar a entretener si estás dispuesto a ver una bazofia, que fue mi
caso, un clásico señores. Trailer
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