Durante los años 60’s y 70’s las películas de terror habían
alcanzado un nivel supremo, se tocaban temas tabúes sin filtro alguno, y en
algunos casos con una majestuosidad imposible, en su mayoría referidos al
diablo, al mal encarnado. Films legendarios cómo; “Rosemary’s Baby” (1968),
“The Exorcist” (1973),“The Omen” (1976), “The Amityville Horror” (1979),
marcaron el camino, dejaron un legado invaluable. Formula gastada, copiada,
trillada y hecha añicos en la actualidad por gente mediocre. “The Sentinel” es
un eslabón perdido de esa cadena, los motivos y circunstancias se pueden argumentar.
Alison Parker, una modelito de turno (que está para
ametrallarla un largo rato) está iniciando una nueva vida junto a su prometido,
un peculiar abogado de NY. Luego de haber sufrido severos traumas en el pasado,
intentos de suicidios, etc… Una trágica historia de vida que intenta superar.
Ella necesita espacio, un lugar en cuál poder estar sola con ella misma, por
ello alquila un apartamento en “baratijas” (lo barato sale caro, dicen por ahí,
¿no?). Al conocer a sus nuevos vecinos las cosas se tornan extrañas desde el
vamos, uno más freak e inquietante que el otro, gente misteriosa, acojonante,
quizá el más sobresaliente es el ex sacerdote que yace inmóvil y en estado de
catatonia junto a la ventana de su quinto piso, alejado de todos. Una macabra
historia hay en aquel lugar, los fenómenos sobrenaturales explotan, la delgada
línea entre lo real e irreal se funde a negro, alucinaciones o encuentros
reales, la paranoia y la locura emergen súbitamente en millones de expresiones.
Algo malvado duerme en aquel edificio, algo que ansía despertar y crear caos,
horror y muerte.
Bueno, teniendo como base creativa, inspiración, “afano” la
trilogía de hoteles siniestros de Polanski, compuesta por obras maestras, hay
que ser muy forro e inepto para que el resultado sea negativo, por suerte no es
el caso (aunque es la adaptación de una novela cabe aclarar). Una película con
una premisa muy interesante; tenés a la hembra divina y traumática que se manda
a vivir sola en un hotel de mala muerte, con fantasmas, demonios, puertas al
infierno, un derroche de esoterismo, y con un desfile de actores famosos y
conocidos inabarcables, más uno que otro giro interesante. En algunas partes se
me hizo muy pesada, muy confusa, creo que hubo un error en la forma de encarar
el guión, el montaje final tampoco me hizo gracia. Si bien está muy bien
filmada y tiene planos interesantes, los cortes y los tiempos de las escenas no
parecen encajar realmente. Los actores están geniales todos, gente muy talentosa
desde luego. Resulta muy interesante el recurso que usaron, en vez de
maquillar, crear máscaras y muñecos, contrataron a personas con deformaciones
físicas auténticas, el impacto es tremendo, se te caen los huevos, ¿Qué más
aterrador que la abominable realidad? En determinadas secuencias con la
fotografía te caes de culo, uno de los puntos más altos del film, junto con el
maquillaje y la puesta en escena, esa cosa lasciva y retorcida a lo Fellini es
fenomenal. Quizá con un director más pretencioso la película hubiera sido algo
más, al menos para ser recordada y no ser una más del montón. Entra sin dudas
en la nomina de las clásicas y legendarias películas de terror, junto con las
nombradas en la introducción, aunque por esos pequeños deslices, en inferior medida. Trailer
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