Una bazofia al peor estilo “Viernes 13” y “La Quema”. Un
campamento juvenil; jóvenes que le explota la chele de los huevos, loquitas
histéricas que quieren que les rompan el culo, un asesino pedorrísimo (que,
aparentemente es un niño, o una niña) y bla bla bla, los clichés de siempre.
Es que… Mierda, loco, hay veces que el género me excede, me
supera, ¿cómo es posible que…? ¡¡¡GRRRRRRR!!! La secuencia inicial, es una de
las escenas más previsibles y peores filmadas de la historia del cine, lo que
me he reído no tiene precio, nombre, ni nada… ¿Tan mala que es buena? Tan mala
que se te caen los huevos al piso, aunque esa escena vale oro. Ni siquiera hay
una gran puesta en escena, ya que los pendejos son muy pocos, los efectos
modestísimos, y los diálogos son de terror (eso es si es terror REAL), las
actuaciones, fatales, horripilantes, quizá más de lo usual. Lo bueno es que se
mantiene cierto “misterio” porque al asesino no se le ve la jeta recién hasta
el final, como debe ser un slasher. Las muertes son muy pobres, poco
espectaculares y en su mayoría, tontas… Pero (otra vez) el giro final, el
desenlace… Es muy obvio (si le metes onda lo sacas de un pedo), poco posible y
muy rebuscado, el plano final junto con la porquería que muestran es tan
patético que no pude evitar soltar una carcajada, algo sin precedentes,
insólito. ¿En que estaba pensando esta gente? Quizá lo único meramente
interesante sea la subtrama, qué es bastante retorcida, aunque delirante, pfff,
super delirante. Cómo sea, otro slasher ochentoso feísimo, un clásico
espantoso. Pero vale la pena verlo sólo por aquellas dos escenas berretas de
antología. Trailer
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