Podría decirse vulgarmente qué Ed Gein sin querer queriendo
(como diría el Chavo del 8), quedó catapultado como el padre del terror
contemporáneo. Ya que sus atrocidades cometidas en los años 50’s inspiraron
films trascendentes como “Psycho” (1960), “The Texas Chainsaw Massacre” (1974),
entre docenas. Ésta plasma los supuestos hechos reales cometidos por mister
cara de cuero en su época de destazador crónico.
Un periodista narra la historia qué paralizó a los yanquis
por aquellos años. Ezra Cobb es un cincuentón introvertido qué vive a luz y
sombra de su amada madre, ésta se encuentra postrada y enferma en una cama,
esperando qué los fríos brazos de la muerte la abracen de una puta vez. Ellos
viven en un alejado y remoto pueblo de EE.UU, dónde la caza; la congregación y
las tareas fértiles son moneda de todos los días. Ezra fue educado por su
madre, una mujer muy apegada a la religión y a las “buenas” costumbres, su
relación pasó de peculiar, a enfermiza, sometiéndolo constantemente con ideas
poco acertadas de la vida. Tras el deceso, Ezra no asume tal perdida, su
perturbada mente y su espesa soledad lo llevan a desenterrar el cuerpo de su
madre un año después del entierro. Éste entrelaza hilarantes conversaciones con
el paquete oloroso, su locura lo lleva a seguir robando cadáveres para primero,
reconstruirle la cara a su madre con piel humana, y segundo, formar una pequeña
fétida e inerte familia. Su fetiche se torna abrumador, no sólo se conforma con
cadáveres, sino qué necesita personas vivas para saciar toda su perversión.
¿Una obra maestra de culto desacreditada? Es probable,
bastante fuerte para la época. Los 70’s en materia de cine de horror fue un
periodo de cambios, los estudios y los directores se la empezaron a jugar en
serio, teniendo en cuenta qué la censura era algo muy corriente en aquel
entonces. En opinión personal, creo que se filmaron las mejores películas del
género, material fresco e innovador, copiado y trillado sin pudor hasta la
fecha. Presentada y distribuida por American International, una productora
chica que se dedicaba a apoyar proyectos independientes clase B. La película en
general está bien, la dinámica, los planos, el montaje, las interpretaciones,
los efectos tal vez no son los mejores, pero sólo es un detalle. Aunque Ezra es
un asesino mal del coco, es difícil no sentir cierta empatía hacia él, da pena
su miserable vida y todo lo que lo llevó a ser así. El guión tiene
reminiscencia a Psycho (obvio), porque Psycho se basó también en la historia de
Ed Gein, por ende son “similares” en ese aspecto. Otra gema enterrada en los
tablones polvorientos de los 70’s. Trailer
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