Retomando un poco el olvidado género de terror orientado
hacia el público infante (y no tanto), que estuvo tan de moda en los 80’s. Otro
clásico de la MGM, pela el pochoclo, pichón.
Tras la obligada mudanza a Kansas, el pebete Brian no logra
adaptarse y no logra evitar que su vida sea miserable, alejado de todos sus
amigos, e instalado en una nueva escuela. El verdadero quilombo comienza cuándo
su hermano menor afirma que en su habitación un monstruo aparece por debajo de
su cama y le jala los pies en el diome de la noche, no sólo eso, sino que el
bicharraco hace de las suyas en la residencia y la culpa recae en los niños
(múltiples e inmerecidas cagadas a pedo). Una noche el incrédulo de Brian
intercambia de habitación con su hermano para demostrarle que en realidad no
hay ningún monstruo, que solo es un producto de su imaginación. Para su
sorpresa se topa con Maurice, el monstruo boludo de turno, estos entablan una
amistosa relación, tan así que Maurice lo lleva a su inframundo o dimensión
paralela (lo que pija sea) a través de su cama, debajo en realidad. Allí
habitan todos los monstruos que acosan a los niños yanquis, vulnerables a la
luz, uno más feo que el otro, en una suerte de sociedad siniestra, llena de
anarquía y jovialidad. Brian queda maravillado, más aún luego de salir a
asustar niños con su amigo el monstruo. La cosa se pudre posta cuándo Snik (el
poronga del inframundo) se hincha los huevos y quiere reclutar a Brian para
convertirlo en uno de ellos, éste se niega rotundamente y por ello, secuestran
a su hermano menor. Deberá armar un plan maestro (¿?) para rescatarlo, y para
que sus padres no lo cuelguen de los huevos.
A veces pienso que ya estoy viejo para ver estas cosas, pero
siempre me termino copando y mi niño interior goza plenamente. Dentro de lo que
pretende está bastante bien, la historia es MUY infantil, habrá maravillado a
muchos niños la idea de que exista un mundo lleno de monstruos y que puedan
viajar de habitación en habitación cuándo se les de la gana. Me resultó muy
agradable el vocabulario del film, si bien es para niños, no tuvieron
inconveniente en implementar en reiteradas ocasiones las palabras “Shit”
(mierda) y “Damn” (maldición) palabras censuradas en otros casos. El humor es
malo, algunos chistes son tan verdes que podes llegar a reírte de lo ridículo,
pero se fuma. El film tiene guita; está muy bien hecho, el maquillaje, las
máscaras y los muñecos son tremendos, técnicamente casi que no tiene baches, la
fotografía está muy bien lograda a lo largo de toda la película, provoca grosos
climas en el inframundo y en el resto de los escenarios. Se genera empatía
rápidamente con el protagonista (Brian) porque es un pendejo piola, excéntrico
y no se come una, ya cuándo de entrada te cabe el personaje principal, es un
gran plus. Quizá el corte final del film no es el mejor, algunas escenas son
tan fugaces como imposibles, osea… ¿Cómo es que lográs convencer al bravucón de
la escuela que te tiene junado para que te ayude a rescatar a tu hermano en una
dimensión paralela llena de monstruos y en plena madrugada? Bueno, me hubiera
gustado ver esa escena. Resulta muy irritante el monstruo cara de vagina
rastrillada de Maurice, ya rozando la exageración, claramente “Trickster” de
“Brainscan” (1994) está basado en ése personaje, uno más insoportable que el
otro, ganan en carisma (PONELE). El soundtrack es maravilloso, mucho AOR y Pop
de la época, hermoso realmente. Creo que ya parle demasiado, sólo resta
recomendársela a los fans del género, si no la han visto aún. Trailer
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